Reseña : A finales del siglo XVIII es cuando se relata esta historia de Duncan
MacTavish. Su madre inglesa se casó con su padre escocés. Él se crió en
escocia y aprendió a llevar la administración de las tierras de la
familia y demás posesiones. Se cría con su abuelo escocés por la muerte
prematura de la madre. La historia empieza cuando su abuelo inglés lo
reclama para que cumpla con la promesa que hizo su madre. Duncan no
sabía nada de esto, y su abuelo escocés se lo había ocultado todos esos
años, esperanzado en que el abuelo inglés muriera antes de tener que
cumplir con la promesa, que no era otra que la de que el primogénito se
hiciera cargo de todas las posesiones y título ingleses.
El abuelo inglés está de salud delicada y le busca una candidata bellísima inglesa para que se despose y se haga cargo de todo lo suyo. Duncan está en desacuerdo con todo esto, pero se ve obligado a cumplir con ello. Él le dice a su abuelo escocés que acepta, pero que tiene edad suficiente para elegir él mismo a su esposa y promete verla antes para ver si le interesa.
Es aquí cuando nos encontramos cómo la sociedad en esa época exponía a las jóvenes en las fiestas, con el sólo propósito de encontrar marido y cuál sería el mejor candidato con los mejores títulos. Johanna Lindsey nos enseña cómo funcionaba esto: las fiestas, los bailes, cómo eran, cómo se comportaban... en definitiva, cómo funcionaba la alta sociedad inglesa.
Estas fiestas podían durar semanas, se hospedaban los invitados en la casa, y en este caso como sólo tenía unas cincuenta habitaciones algunos se amparaban a la hospitalidad de los vecinos y se quedaban en los alrededores, puesto que en ocasiones había mas de doscientos invitados. En algunas habitaciones podía haber hasta ocho chicas, y claro, los bailes eran un poco informales, es decir, no utilizaban esos abultados trajes de noche. Sería una locura ocho chicas en una habitación arreglándose con esos vestidos, y naturalmente las criadas de cada una ayudándolas.
Da la casualidad que la susodicha candidata, efectivamente es una belleza pero también una egocéntrica, y no dudará en hacer lo que sea necesario (engendrar rumores, desprestigiar a su prometido.....) para que se haga lo que ella quiere, sólo por ser el centro de atención.
Pero Duncan conoce allí a Sabrina, enseguida conectan, ella no es una belleza, pero es capaz de hacerlo reír y desquitarlo un poco de su situación.
En un principio se hacen sólo amigos. Él deberá buscar esposa, y cuando ella comprende que está enamorada de él, tendrá que callarse sus sentimientos y será víctima de las maquinaciones de la bella rubia inglesa.
Es una historia muy entretenida y amena, sobre todo por lo divertido que es ver página a página cuándo y cómo la rubia obtendrá su merecido y la pongan en su sitio, aunque mientras ella sufra para sus adentros conforme se van sucediendo los acontecimientos.
No falta pasión, peleas entre los abuelos y las tías de Sabrina (que es con quien vive la joven), secuestros, situaciones embarazosas que pueden llevar al altar a Duncan con la belleza rubia... y es intrigante ver cómo se podrá desembarazar de la situación, y cómo se deshará del compromiso.
El abuelo inglés está de salud delicada y le busca una candidata bellísima inglesa para que se despose y se haga cargo de todo lo suyo. Duncan está en desacuerdo con todo esto, pero se ve obligado a cumplir con ello. Él le dice a su abuelo escocés que acepta, pero que tiene edad suficiente para elegir él mismo a su esposa y promete verla antes para ver si le interesa.
Es aquí cuando nos encontramos cómo la sociedad en esa época exponía a las jóvenes en las fiestas, con el sólo propósito de encontrar marido y cuál sería el mejor candidato con los mejores títulos. Johanna Lindsey nos enseña cómo funcionaba esto: las fiestas, los bailes, cómo eran, cómo se comportaban... en definitiva, cómo funcionaba la alta sociedad inglesa.
Estas fiestas podían durar semanas, se hospedaban los invitados en la casa, y en este caso como sólo tenía unas cincuenta habitaciones algunos se amparaban a la hospitalidad de los vecinos y se quedaban en los alrededores, puesto que en ocasiones había mas de doscientos invitados. En algunas habitaciones podía haber hasta ocho chicas, y claro, los bailes eran un poco informales, es decir, no utilizaban esos abultados trajes de noche. Sería una locura ocho chicas en una habitación arreglándose con esos vestidos, y naturalmente las criadas de cada una ayudándolas.
Da la casualidad que la susodicha candidata, efectivamente es una belleza pero también una egocéntrica, y no dudará en hacer lo que sea necesario (engendrar rumores, desprestigiar a su prometido.....) para que se haga lo que ella quiere, sólo por ser el centro de atención.
Pero Duncan conoce allí a Sabrina, enseguida conectan, ella no es una belleza, pero es capaz de hacerlo reír y desquitarlo un poco de su situación.
En un principio se hacen sólo amigos. Él deberá buscar esposa, y cuando ella comprende que está enamorada de él, tendrá que callarse sus sentimientos y será víctima de las maquinaciones de la bella rubia inglesa.
Es una historia muy entretenida y amena, sobre todo por lo divertido que es ver página a página cuándo y cómo la rubia obtendrá su merecido y la pongan en su sitio, aunque mientras ella sufra para sus adentros conforme se van sucediendo los acontecimientos.
No falta pasión, peleas entre los abuelos y las tías de Sabrina (que es con quien vive la joven), secuestros, situaciones embarazosas que pueden llevar al altar a Duncan con la belleza rubia... y es intrigante ver cómo se podrá desembarazar de la situación, y cómo se deshará del compromiso.
Reseña : Raphael Rafe Locke, apuesto heredero de un ducado y perseguido por todas
las jóvenes de Inglaterra, prefiere cazar a ser cazado. Detesta a
Ophelia Reid, aunque apenas la conoce, porque la hermosa joven le parece
una arribista. Hasta que la encuentra llorando y se siente impulsado a
consolarla... Mientras la estrecha entre sus brazos, piensa que después
de todo quizás no sea tan mala. Cuando un amigo declara que Ophelia
nunca llegará a ser más que una arpía bonita, pero arpía al fin, Rafe...
Reseña : Lady Rebecca Marshall cumple el sueño más anhelado de su madre cuando se
convierte en dama de honor en la corte de la reina Victoria. Habiendo
sufrido una decepción dos años atrás, cuando el heredero del duque de
Norford, Rafael Locke, se casó con otra mujer, la madre de Rebecca ve
ese cargo en la corte como una oportunidad de oro para su hija. En la
corte, Rebecca conoce al encantador marqués Rupert St. John, a quien
conoce como el devastadoramente apuesto e inútil primo de Locke, el
hombre de quien una vez estuvo encaprichada. Lo que Rebecca no sabe es
que Rupert es un agente secreto de la corona, que lleva una doble vida.
Rebecca inicia una animado coqueteo con Rupert, pero cuando éste se da cuenta de que le espía, la seduce. Él no sospechaba que era inocente y se siente horrorizado cuando le revela que está embarazada. Obligados por sus respectivas familias a casarse, Rupert cree que Rebecca le ha tendido una trampa para establecer un vínculo con la poderosa familia Locke. Y aunque Rupert jura no serle fiel a su hermosa esposa, a medida que conoce la inteligencia, el espíritu aventurero y la naturaleza generosa de Rebecca, su promesa de venganza se transforma en un deseo de compartir muchas noches apasionadas única y exclusivamente con su esposa durante el resto de su vida.
Rebecca inicia una animado coqueteo con Rupert, pero cuando éste se da cuenta de que le espía, la seduce. Él no sospechaba que era inocente y se siente horrorizado cuando le revela que está embarazada. Obligados por sus respectivas familias a casarse, Rupert cree que Rebecca le ha tendido una trampa para establecer un vínculo con la poderosa familia Locke. Y aunque Rupert jura no serle fiel a su hermosa esposa, a medida que conoce la inteligencia, el espíritu aventurero y la naturaleza generosa de Rebecca, su promesa de venganza se transforma en un deseo de compartir muchas noches apasionadas única y exclusivamente con su esposa durante el resto de su vida.
Reseña : Lady Amanda Locke ha fracasado estrepitosamente en sus dos temporadas en
el Mercado matrimonial. Hermosa, con título y encantadora, aunque hable
demasiado, Amanda no comprende por qué el amor la elude. Incluso su
padre, el duque de Norford, está tan perplejo que está dispuesto a tomar
medidas drásticas para asegurar la felicidad de su hija.
Ahora, mientras Amanda comienza su tercera temporada, consigue un poco de ayuda de Cupido, un oscuro y apuesto criador de caballos cuyos conocimientos de la atracción animal le ha llevado a conseguir con éxito emparejamientos entre jóvenes damas y caballeros de la sociedad.
Contratado por la familia de Amanda, Devin Baldwin genera resultados para amada y muy pronto ella es feliz al ser cortejada por uno de sus clientes, el apuesto vizconde Altone. A fin de asegurar el enlace de Amanda a un aristócrata obsesionado con las carreras de caballos, Devin debe enseñarle a Amada a superar su miedo a los equinos. Pero mientras Devin le enseña las alegrías de cabalgar, cazar y correr, ¿se perderán sus corazones cuando Amanda descubra que se está enamorando del mismísimo Cupido?
Ahora, mientras Amanda comienza su tercera temporada, consigue un poco de ayuda de Cupido, un oscuro y apuesto criador de caballos cuyos conocimientos de la atracción animal le ha llevado a conseguir con éxito emparejamientos entre jóvenes damas y caballeros de la sociedad.
Contratado por la familia de Amanda, Devin Baldwin genera resultados para amada y muy pronto ella es feliz al ser cortejada por uno de sus clientes, el apuesto vizconde Altone. A fin de asegurar el enlace de Amanda a un aristócrata obsesionado con las carreras de caballos, Devin debe enseñarle a Amada a superar su miedo a los equinos. Pero mientras Devin le enseña las alegrías de cabalgar, cazar y correr, ¿se perderán sus corazones cuando Amanda descubra que se está enamorando del mismísimo Cupido?
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